"La sirenita"

...
Bernarda entra en el mercado. Llega a la pescadería dónde acostumbra a comprar. Luisa, la pescadera, está un poco alterada. Confiesa a Bernarda que hoy ha sucedido algo increíble: una dorada le ha confesado un gran secreto antes de morir. Bernarda abre los ojos sorprendida. Luisa prosigue.
- ¿Conoces la historia de la sirenita?
- No, no la conozco.
- Fue una sirena que soñaba con conocer el mundo de los humanos. Cuando tuvo la edad suficiente, su padre le permitió subir a la superficie, advirtiéndole de lo peligrosos que son los humanos. Ella subió y se enamoró de un príncipe, tras rescatarlo del naufragio de su nave. Para volverlo a ver, hizo muchos sacrificios, entre ellos aceptar el pacto con una bruja de quedarse sin voz a cambio de un cuerpo humano. Pero de nada le sirvió ya que el príncipe finalmente se enamoró de otra mujer.
- Ah, sigue, sigue…
- Sobre el final hay varias versiones. Algunos cuentan que muere, como le predijo la bruja que pasaría si su príncipe amaba a otra mujer. La sirenita tuvo ocasión de salvarse, pero como para ello debía lastimar al príncipe, prefirió sacrificarse por él. Una visión un poco moralista, para mi gusto recibió un severo castigo tras no hacer caso de las advertencias que le fueron hechas: si no hubiera abandonado su lecho familiar nada de eso le hubiera ocurrido. Otros cuentan que se casó con el príncipe, y que hasta su padre fue a la boda, aunque con esa versión tan idealista, no me extraña que haya tantas frustraciones: en la vida real no existen este tipo de desenlaces…
- ¿Y tu que crees?
- Ahora viene lo bueno: la dorada me contó que acostumbraba a visitarla para oírla cantar. El príncipe le rompió el corazón, y ella se desvaneció cayendo al fondo del mar. Su padre la perdonó abrumado por la alegría de volver a verla. Le costó superarlo, pero después de un tiempo, conoció un joven tritón, que había sido aprendiz de la bruja. El joven se enamoró perdidamente de ella. Le prometió que podrían ir juntos de vez en cuando a visitar a los humanos, ya que él se aprendió el conjuro que les podía proporcionar piernas temporalmente. Fueron felices y viajaron por todo el mundo. Ahora, aunque de vez en cuando discuten, viven felices en una cueva en el fondo del mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario